Actualidad económica y financiera – [05/06/2025]

1. ¿Qué está pasando con el empleo en EE.UU.?

Este viernes se publica el informe de empleo de mayo en Estados Unidos, y como cada mes, las miradas están puestas en una sola cifra: la cantidad de nuevos puestos creados. Pero más allá del número en sí, lo que está en juego es mucho más grande: ¿la Reserva Federal tendrá razones para bajar las tasas pronto?

En un contexto donde la inflación ha dado señales de moderación, los datos laborales son el termómetro que mide cuán “caliente” sigue la economía. Un mercado laboral aún demasiado sólido podría frenar cualquier intento de flexibilización monetaria. En cambio, un enfriamiento progresivo abriría espacio para una baja de tasas, justo lo que el mercado viene anticipando hace meses.

Para los inversionistas de largo plazo —en Chile o en cualquier parte del mundo— entender esta dinámica es clave. Las tasas de interés en EE.UU. afectan directamente el valor presente de los activos, el flujo de capitales hacia economías emergentes, el tipo de cambio y hasta el precio del cobre. Es decir, una variación en el empleo estadounidense puede tener efecto en tus inversiones locales, sin que nadie te lo explique en el titular.

¿Qué hacer con esta información? Más que reaccionar, conviene observar. Si el informe muestra una desaceleración gradual, podríamos estar entrando en una fase más favorable para los activos de riesgo. Pero si el mercado sobrerreacciona, ahí es donde un inversionista con mentalidad paciente puede encontrar valor.

La economía no se mueve en línea recta. Pero leer bien estos datos —y sus implicancias— nos permite tomar mejores decisiones sin dejarnos llevar por la euforia o el miedo del momento.

2. ¿Podemos seguir confiando en los datos económicos?

En los últimos años, algunos inversionistas han comenzado a sentir que están leyendo mapas que ya no calzan con el terreno. Las estadísticas oficiales —como el PIB, la inflación o el empleo— solían ser brújulas confiables. Pero hoy, las revisiones constantes, los desfases en el tiempo y los métodos que no siempre reflejan la economía digital despiertan dudas crecientes.

Una columna publicada esta semana recogió ese malestar: ¿estamos tomando decisiones con datos que no capturan la realidad? No se trata de teorías conspirativas ni de desechar los informes oficiales, sino de reconocer que los mercados se están moviendo más rápido que los indicadores tradicionales.

Y eso ha hecho que muchos analistas, fondos y gestores comiencen a incorporar fuentes alternativas: conteo de autos desde imágenes satelitales, sensores en cadenas logísticas, ventas online minuto a minuto, menciones en redes sociales. Todo aquello que ayude a captar el pulso económico en tiempo real.

Tal vez no podamos medirlo todo con precisión, pero sí podemos entrenar el criterio para saber cuándo un número necesita contexto. La clave no está en tener más datos, sino en hacer mejores preguntas.

En un mundo donde cada vez es más fácil tener información, el verdadero valor está en discernir cuál merece tu atención.

3. Amazon y la IA que no se vende, pero genera valor

Mientras muchos gigantes tecnológicos compiten por lanzar productos llamativos basados en inteligencia artificial, Amazon decidió mover sus fichas en una dirección menos visible, pero más estratégica: crear un equipo interno dedicado a IA agentica, con foco en mejorar la autonomía de sus robots logísticos.

No se trata de un nuevo modelo de chatbot ni de una herramienta para el usuario final. Es una apuesta por eficiencia operacional. En el corazón del negocio logístico —con márgenes ajustados y una dependencia altísima de procesos humanos—, pequeñas mejoras en automatización pueden generar enormes impactos en costos, tiempos de entrega y escalabilidad.

Esto tiene una lectura poderosa para quienes invierten con visión de largo plazo: no toda innovación tecnológica se ve en la vitrina. A veces, la verdadera disrupción ocurre en las bambalinas del negocio, donde se gestan ventajas competitivas sostenibles. Al mejorar sus procesos internos con IA, Amazon podría mejorar su retorno sobre el capital invertido y blindarse mejor ante presiones como la inflación salarial o la escasez de mano de obra.

Quizás no veamos una explosión de ingresos por esta iniciativa en el corto plazo. Pero si la IA permite hacer más con menos, el resultado será más robusto y menos volátil. Esa es la clase de eficiencia que sí importa en tiempos inciertos.

Como diría Charlie Munger: “el gran dinero no está en comprar y vender, sino en esperar mientras una buena empresa mejora sola”.

4. Brown-Forman: cuando hasta un ícono siente el golpe

No es fácil imaginar que una marca tan consolidada como Jack Daniel’s tenga problemas de ventas. Pero eso fue justamente lo que reportó Brown-Forman, su empresa matriz. El anuncio de una caída en la demanda global hizo que las acciones se desplomaran más de un 10% en un solo día.

El dato puede parecer puntual, pero en realidad se enmarca en una tendencia más amplia: los consumidores están ajustando el cinturón. En varios mercados clave, la inflación acumulada, el menor crecimiento y las tasas altas están empezando a hacer efecto en los bolsillos. Y cuando toca priorizar gastos, los lujos —como un whisky premium— suelen quedar fuera de la lista.

Esto nos recuerda una verdad incómoda: ni siquiera las marcas icónicas son inmunes a los ciclos económicos. Para un inversionista de largo plazo, esto plantea preguntas clave sobre la elasticidad de la demanda, la diversificación del portafolio de productos, y la dependencia de ciertos mercados o segmentos socioeconómicos.

En tiempos de desaceleración, no basta con tener una buena historia. Lo que importa es cómo se sostiene esa historia bajo presión. ¿Puede la empresa mantener márgenes saludables? ¿Tiene canales de distribución diversos? ¿Ofrece alternativas de menor precio sin dañar su marca?

Al final, lo que pasó con Brown-Forman no es solo un tropiezo de una marca. Es un recordatorio de que incluso las empresas “seguras” necesitan ser analizadas con rigor. Porque el gusto del consumidor, como los mercados, también cambia.

5. Broadcom y la delgada línea entre entusiasmo y euforia

Broadcom, uno de los gigantes del mundo de los semiconductores, está a punto de entregar resultados financieros mientras sus acciones rozan máximos históricos. La razón principal: la fiebre por los chips de inteligencia artificial, que parece no tener techo.

Pero no todo es celebración. Algunos analistas ya alzan la voz con una pregunta incómoda: ¿hasta qué punto este entusiasmo ya está incorporado en los precios? Las valoraciones están elevadas, y aunque el crecimiento del sector es real, el riesgo es caer en lo que Howard Marks llama “la zona del peligro”: donde las expectativas son tan altas que cualquier decepción golpea fuerte.

Para inversionistas de largo plazo, esto no es necesariamente una señal de salida. Pero sí una invitación a pisar con más cuidado. Evaluar ventajas competitivas reales, márgenes sostenibles y barreras de entrada. No basta con saber que la IA crece; hay que saber quién realmente gana con ese crecimiento.

Además, esta situación conecta con un viejo principio del value investing: el precio que pagas determina el retorno que obtienes. Por muy brillante que sea la empresa, si el precio de entrada es excesivo, el margen de seguridad se evapora.

Quizás el entusiasmo es justificado. Pero también vale la pena recordar que en cada ciclo de euforia tecnológica, hay ganadores… y también muchos que pagaron demasiado caro por soñar.

Conclusión: pensar como inversionista, actuar con criterio

Esta semana nos recuerda que las noticias no son simples datos sueltos. Son señales. Algunas ruidosas. Otras más sutiles. Pero todas pueden enseñarnos algo si las miramos con calma.

La clave está en leer más allá del titular, entender cómo se conectan los eventos, y mantener una estrategia alineada con tus objetivos de largo plazo. Porque, como repetimos en varias publicaciones: invertir no es adivinar el futuro, es prepararse para enfrentarlo con cabeza fría y convicción.

Nada de lo escrito aquí constituye asesoría de inversión. Haz tu tarea, duda de los consejos gratuitos y piensa a largo plazo.

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