La semana estuvo marcada por la resiliencia de los grandes índices y tecnológicas, incluso ante la parálisis de datos en EE.UU. por el cierre de gobierno y la persistencia de la narrativa “debasement trade”. El mercado descuenta continuidad alcista, pero los márgenes de seguridad se estrechan y la complacencia crece.
Dónde estamos en el péndulo
El ánimo dominante es de confianza elevada, rozando la euforia, especialmente en los segmentos de tecnología y activos ligados a la narrativa de “devaluación” de monedas fiduciarias. El Nikkei 225 (^N225) se mantiene cerca de máximos multianuales, impulsado por expectativas de estímulo y debilidad del yen, mientras que las acciones estadounidenses, lideradas por NVDA, MSFT y GOOGL, siguen descontando un ciclo de crecimiento robusto en inteligencia artificial y software[1][4]. Los precios reflejan la expectativa de que la Fed y otros bancos centrales mantendrán condiciones laxas o recortarán tasas, y que el “shutdown” en EE.UU. es un ruido transitorio más que un riesgo sistémico[1][2]. La complacencia se percibe en la baja volatilidad y en la narrativa de que “nada puede tumbar al mercado”[4].
Qué cambió y qué no
Cambió la disponibilidad de datos oficiales en EE.UU.: el cierre de gobierno iniciado el 1 de octubre retrasó la publicación de cifras clave como nóminas no agrícolas y desempleo, forzando a los inversores a operar con menos información y a sobreinterpretar datos alternativos y encuestas de sentimiento[1][2]. El peso mexicano se apreció levemente, reflejando la debilidad global del dólar y apuestas a recortes de tasas por parte de la Fed[2]. En Asia, la debilidad del yen y la expectativa de estímulos en Japón sostuvieron el rally del Nikkei[1].
No cambió el trasfondo de liquidez abundante y la narrativa de “debasement trade”: la expectativa de que la impresión de dinero y déficits fiscales altos seguirán impulsando activos reales y tecnológicos[1]. Tampoco cambió la fortaleza relativa de las grandes tecnológicas, que siguen capturando flujos ante la falta de alternativas claras y la percepción de “moats” defensivos en IA y software[4][5]. La economía real, sin embargo, sigue mostrando señales mixtas, con Europa rezagada y China aún sin despegar plenamente tras la Semana Dorada[1].
Precio, valor y riesgo
Los precios actuales en las grandes tecnológicas (NVDA, MSFT, GOOGL) y el Nikkei reflejan expectativas de crecimiento sostenido y márgenes elevados, dejando márgenes de seguridad cada vez más estrechos. El múltiplo de NVDA sigue en zona históricamente exigente, descontando un crecimiento de beneficios que requeriría condiciones casi perfectas[4][5]. En crédito, los spreads se han comprimido, reflejando apetito por riesgo y poca prima por eventos adversos. En el extremo opuesto, valores como ALRS (Alerus Financial) muestran la resiliencia de los “dividend champions”, pero su crecimiento es más defensivo y menos dependiente de narrativas macro[6][7].
El riesgo principal es que los precios ya incorporan “buenas noticias” (recortes de tasas, crecimiento robusto en IA, ausencia de shocks políticos), por lo que cualquier sorpresa negativa podría tener un impacto desproporcionado. El margen de seguridad es bajo en los líderes del ciclo y algo mayor en segmentos rezagados o defensivos.
Qué rima con el pasado
El contexto actual recuerda a episodios de complacencia previa a shocks, como el verano de 2018 (antes de la corrección por subidas de tasas y tensiones comerciales) y la primavera de 2007 (antes de la crisis subprime), donde la narrativa dominante era la de “Goldilocks” (ni muy caliente ni muy fría) y los riesgos eran subestimados. La diferencia clave es que hoy la liquidez global sigue siendo abundante y la innovación tecnológica es real, pero el péndulo de la psicología parece inclinarse hacia el exceso de confianza.
A diferencia de 2000, cuando la burbuja tecnológica se sustentaba en expectativas de beneficios lejanos, hoy los líderes de IA y software sí generan flujos de caja, aunque a precios que suponen un crecimiento sostenido por años. El paralelismo es útil para recordar que los precios pueden descontar demasiado futuro, y que los ciclos de euforia suelen revertirse cuando la realidad no cumple las expectativas.
Escenarios y probabilidades
- Base: El mercado sigue apoyado por liquidez, expectativas de recortes de tasas y crecimiento en IA; la complacencia se mantiene mientras no haya sorpresas negativas. Probabilidad: alta.
 - Alcista: Mejoras inesperadas en datos económicos (si se publican tras el shutdown), aceleración en adopción de IA, o estímulos adicionales en Asia. Probabilidad: media; requeriría sorpresas positivas en datos o política monetaria.
 - Bajista: Prolongación del cierre de gobierno en EE.UU. que afecte la confianza, datos económicos peores de lo esperado cuando se publiquen, o un giro hawkish de la Fed ante presiones inflacionarias. Probabilidad: media-baja, pero el impacto sería significativo dada la baja prima de riesgo actual.
 
Qué diría el otro lado
Contraargumento 1: “La liquidez global y la innovación en IA justifican múltiplos elevados”. Esto sería invalidado si la Fed o el BCE sorprenden con un giro restrictivo o si la adopción de IA se desacelera.
Contraargumento 2: “El cierre de gobierno en EE.UU. es solo ruido político”. Si el shutdown se prolonga y afecta la confianza del consumidor o la calificación crediticia, el impacto podría ser mayor al descontado.
Contraargumento 3: “La resiliencia de las tecnológicas es estructural”. Si los resultados trimestrales decepcionan o surgen riesgos regulatorios, la narrativa podría revertirse rápidamente.
Riesgos a vigilar
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Riesgo: Prolongación del shutdown en EE.UU. y retraso de datos clave.
Plazo: inmediato / 1–2 trimestres.
Cómo impacta: Aumenta la incertidumbre, puede afectar la confianza y retrasar decisiones de inversión.
Se desactiva si: Se resuelve el cierre y se publican los datos atrasados.
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Riesgo: Giro inesperado de la Fed o BCE hacia políticas más restrictivas.
Plazo: 6–12 meses.
Cómo impacta: Repricing abrupto de activos de riesgo, ampliación de spreads y caída de múltiplos en tecnológicas.
Se desactiva si: Inflación sigue moderándose y bancos centrales mantienen tono dovish.
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Riesgo: Decepción en resultados de grandes tecnológicas.
Plazo: inmediato / próximo trimestre.
Cómo impacta: Corrección rápida en líderes del ciclo, contagio a índices.
Se desactiva si: Resultados confirman expectativas de crecimiento y márgenes.
 
Preguntas abiertas
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Pregunta: ¿Cuánto del crecimiento en IA ya está descontado en los precios de NVDA, MSFT y GOOGL?
Supuesto detrás: Que el mercado es eficiente y anticipa el ciclo completo.
Dato faltante: Proyecciones desagregadas de ingresos y márgenes por segmento IA.
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Pregunta: ¿El “debasement trade” es sostenible si la inflación se modera?
Supuesto detrás: Que la liquidez seguirá fluyendo a activos reales y tecnológicos.
Dato faltante: Trayectoria futura de M2 y señales de política monetaria.
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Pregunta: ¿Cuánto puede aguantar el Nikkei 225 la debilidad del yen sin que surjan presiones inflacionarias internas?
Supuesto detrás: Que la política monetaria japonesa seguirá ultraexpansiva.
Dato faltante: Proyecciones de inflación y salarios en Japón.
 
Lo que viene
- Actas de la Fed (miércoles 8/10), foco en señales de próximos recortes de tasas.
 - Encuesta de consumidores de la Universidad de Michigan (viernes 10/10), clave ante falta de datos oficiales.
 - Producción industrial de España (lunes 6/10), para medir la resiliencia europea.
 - Pedidos manufactureros y producción industrial en Alemania (martes 7/10 y miércoles 8/10).
 - Reunión del BCE y publicación de cuentas (jueves 9/10).
 - Reunión de ministros de finanzas del Eurogrupo (jueves 9/10) y Ecofin (viernes 10/10).
 - Reapertura de mercados chinos tras la Semana Dorada (jueves 9/10), con foco en consumo y reservas.
 
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